Los créditos de los distintos sectores económicos del país alcanzaron los 45 mil 136 millones de dólares en 2015, superando por $4,784 millones lo obtenido en el mismo periodo del 2014, impulsados, en gran parte, por los préstamos de consumo.
Cifras de la Superintendencia de Bancos de Panamá (SBP) revelan que los préstamos de consumo personal, que incluyen las tarjetas de crédito, préstamos personales y de autos, aumentaron unos 1,114 millones de dólares en el año 2015, con respecto al 2014.
Para los especialistas este aumento demuestra la falta de capacidad de los panameños para hacerle frente a sus necesidades, ya que el sueldo no les alcanza, sobre todo porque los salarios no están acordes con el alto costo de la vida.
Los argumentos de los expertos explican por qué los préstamos de consumo han venido aumentando significativamente.
Al cierre del 2015 sumaron unos 9,010 millones de dólares, mientras que en 2014 totalizaron $7,896 millones y en el 2013 alcanzaron 7,110 millones de dólares, lo que demuestra un incremento de 26.7%, en tres años.
Los préstamos personales aumentaron en 2015 con respecto al 2014 unos 572 millones de dólares, los de autos crecieron $249 millones y el monto adeudado en tarjetas de crédito se incrementó 293 millones de dólares.
Ante esto, Olmedo Estrada, presidente del Colegio de Economistas de Panamá destaca que cuando el indicador de financiamiento para el consumo aumenta, hay varios elementos que se combinan y algunos de ellos es la falta de liquidez de algunas personas y la tendencia al consumo, porque Panamá es un país orientado mucho al consumo.
Sin embargo, el economista señala que de no hacerlo con mesura, puede provocar una quiebra financiera, generándose así muchas veces la pérdida de bienes importantes, como casas, carros y otras propiedades, porque no tienen con qué pagar el financiamiento.
Con él coincide Pedro Acosta, presidente de la Unión Nacional de Consumidores de Panamá (Uncurepa), quien opina que el peligro de los préstamos consiste en el sobreendeudamiento de algunas personas, ya que después no pueden pagar.
"Al aumentar los préstamos no significa que la economía anda bien, al contrario, demuestra que la economía anda mal, porque las personas tienen que estar pidiendo prestado para hipotecar el futuro", indicó el dirigente de los consumidores.
Para evitar el sobreendeudamiento Acosta recomendó planificar y ser conscientes antes de hacer un gasto, además consultar con la familia antes de llevar a cabo la inversión.
Por otra parte, el economista Juan Jované fue más enfático y señaló que las personas tienen necesidades que no pueden satisfacer y entonces van y piden más créditos.
No obstante, considera que a la larga el crédito se agota y la gente termina simplemente pidiendo nuevos créditos para pagar lo que ya han pedido.
El presidente del Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep), Julio De La Lastra, hizo un llamado de atención para que el dinero se invierta y no se gaste.
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