Por desconocimiento de sus derechos, o por temor, en Panamá solo un 16% del total de trabajadoras domésticas que se estiman en el país cuenta con protección de seguridad social.En la actualidad, el país no tiene un registro oficial de la cantidad de trabajadoras domésticas, no obstante, el Ministerio de Trabajo y Desarrollo Laboral (Mitradel) identifica unas 94 mil, de las cuales, solo 15 mil están amparadas por un contrato. Según el director general de Trabajo, Santiago Sanford, el ministerio no mantiene un control debido a que la mayoría de estos contratos se dan de forma verbal, tal cual se establece en el artículo 231 del Código de Trabajo.No obstante, Sanford aclaró que la Ley 51 del 2005, por la cual se regula el Seguro Social y que exige que todos los trabajadores deben estar adscritos a la seguridad social, incluye al servicio doméstico.En el reciente ajuste del salario mínimo, las domésticas en la región 1 pasaron de ganar $225 a $250 por mes, mientras que las que laboran en la región 2 ganan unos $225.A pesar de que la ley las ampara y exige un salario mínimo para este servicio, muchas trabajadoras domésticas continúan expuestas a maltratos y jornadas de 12 y 15 horas, advierte el subdirector de Género e Igualdad de Oportunidad Laboral del Mitradel, Alberto Lopolito.A esto agrega la falta de un seguro social que les permita atender los riesgos que implica el trabajo. Sin embargo, para Lopolito, lograr la formalidad de este servicio no es un trabajo a corto plazo debido a que este sector laboral no está organizado.En esto también coincide la subdirectora de Casa Sindical, Julia Suira, quien lleva cerca de dos años tratando de sindicalizar a las trabajadoras. Suira sostiene que la situación es mayor porque muchas de ellas carecen del tiempo para asistir a las reuniones, mientras que otras desisten por temor a perder sus empleos.La dirigente sindical coincide en que lograr que las trabajadoras reconozcan y tomen conciencia de sus derechos y las ventajas que tienen al pasar a la formalidad no será tarea fácil. Además, algunas trabajadoras no quieren sindicalizarse por desconfianza, agrega Lopolito.En tanto, para el director general de Trabajo, revertir esta situación debe partir de la modificación de los artículos del código que regulan este trabajo. Sanford aclara que lo anterior requiere de un acuerdo tripartita que en este caso se dificulta debido a que las trabajadoras no están organizadas.Amparo legalA pesar de la ausencia de los contratos, las trabajadoras domésticas tienen derecho a reclamar el pago justo y compensación por años de servicio, aclara Sanford. Explica que la trabajadora puede presentar la denuncia a través de la Dirección Nacional de Inspección de Trabajo, y de comprobarse la falta, la Dirección General de Trabajo puede emitir un informe de sanción por violación e incumplimiento a la ley laboral.Esto conlleva para el empleador, una sanción a través de una demanda, que lo obliga a pagar de manera retroactiva la diferencia de salario que se le adeuda.El funcionario recuerda a empleadores que lo prudente es realizar una contratación formal, donde se garantice al trabajador un salario justo, ocho horas laborales y seguro social.Sanford pone como ejemplo que en el evento de que una trabajadora que llegue a quedar en estado de gravidez, y no se le descuente la cuota obrero patronal, el patrono tendrá que asumir la responsabilidad, tal cual lo haría el Seguro Social. Convenio internacionalEn el año 2015, Panamá acogió de manera formal el Convenio sobre el trabajo decente para las trabajadoras y trabajadores domésticos, adoptado por la Conferencia General de la Organización Internacional del Trabajo. A partir de ello, las autoridades de Trabajo adelantan un censo para recopilar cifras e información oficial sobre el número de trabajadoras domésticas en el país. Igualmente, el convenio contempla capacitación técnica y orientación sobre sus derechos laborales. Este año, Panamá acogerá un congreso internacional en el que participarán grupos organizados de trabajadores domésticos.Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el 90% de los 67 millones de trabajadores domésticos en el mundo están excluidos de cualquier tipo de cobertura de seguridad social, concentrados en su mayoría en Latinoamérica y Asia, y según la cual, el 80% son mujeres.
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