La generación de enfermedades como cáncer en la piel, pulmonar, leucemia, trastornos teratogénicos, mutaciones, malformaciones, esterilidad, alergias respiratorias, problemas gastrointestinales, debido a la ingesta de alimentos agrícolas y de origen animal producidos con compentes químicos impulsa a emprendedores panameños a buscar métodos que permitan a la población una alimentación más saludable.
"Queremos producir de forma más sostenible, más orgánica", señala Tania Atencio, propietaria del proyecto Producción de Biofertilizantes de Microalgas para la Agricultura, por lo cual esta panameña forma parte del programa Capital Semilla de la Secretraía Nacional de Ciencia y Tecnología (Senacyt).
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que cada año fallecen entre tres y veinticinco millones de personas por intoxicación con plaguicidas, de ellas más de 40, 000 por exposición involuntaria.
"La idea es utilizar las microalgas como abono para los distintos cultivos de alimentos y además para animales como el pollo, reemplazando la harina de pescado y la harina de soya, que es lo más utilizado para la cría de estas aves eincluso se podría utilizar para alimentar peces y camarones", detalla Martín Caballero, técnico del proyecto.
Y es que según los especialistas estas especies aportan un alto contenido nutricional para peces, crustáceos y moluscos, además de ofrecer facilidades de manejo en sistemas de cultivo tanto en laboratorio como en producción a gran escala con fines comerciales.
“Pero el objetivo principal ese buscar una solución a la gallinaza, que es un transmisor de muchos vectores de enfermedades entre los pollos y hacia un humano, tomando en cuenta que el pollo sigue siendo el alimento más consumido en el mundo”, indicó Caballero.
Un gran potencial de este proyecto, ubicado en Bambito, distrito de Volcán, provincia de Chiriquí, se basa en que las microalgas de agua dulce crecen en diversos climas y tienen una rápida velocidad de crecimiento, por lo que pueden ofrecer una producción continua, teniendo usos diversos en el campo de la agricultura, ganadería, farmacia, hoterlería y otros.
Soy Boquete es otro emprendimiento con el mismo objetivo, contribuir a una mejor alimentación de los panameños y también apoyado por la Secretraía Nacional de Ciencia y Tecnología (Senacyt).
El tempeh (especie de pastel alto en proteínas originario de Indonesia) y el tofú (queso de soya) son los productos que comercializa esta empresa, hasta ahora solo entre los extranjeros que la contactan principalmente por correo electrónico desde todas partes del país, señala su propietaria Karelia Herrera.
Sin embargo, el objetivo es comercializar ambos productos en los supermercados del país para lo cual se encuentra gestionando los permisos correspondientes.
Alemanes , franceses, norteamericanos, colombianos, entre otras nacionalidades, obtienen los productos creados de manera artesanal en Barú, distrito de Boquete, provincia de Chiriquí, por un valor de 5 dólares la libra.
Herrera sostiene que el tempeh y el tofú podrían costar menos si en Panamá se cultivara la soya, pero como no es así, así que deben importarla para confeccionar los productos.
“No sabemos por qué el agricultor panameño no se decide a sembrar productos nuevos como la Soya, el Instituto de Investigación Agropecuaria de Panamá (Idiap) ha hecho pruebas con Soya de Brasil y confirmó que si es posible su cultivo es nuestro territorio”, indicó Herrera.
Acotó que en Panamá existen 200 mil hectáreas que se producen para comercializar productos y apenas 3.8% de esas se cultivan orgánicamente y cada día hay más enfermedades, porque los agrotóxicos a largo plaza afectan la salud de los panameños y los habitantes a nivel mundial.
Herrera asegura que la producción de alimentos libres de químicos “es una tendencia que va a ir en aumento y que en países desarrollado ya se usa mucho”.
La razón es sencilla , según los expertos. Y es que con el paso del tiempo, el ser humano consume alimentos más peligrosos, llenos de azúcares, grasas y tóxicos; con menos gusto y olor natural y vacíos de nutrientes. Así mina el organismo sano y lo va enfermando.
Es claro que la inocuidad de los alimentos es, hoy en día, un tema fundamental en el mundo, porque algo que debería dar salud, está causando enfermedad", detallan especialistas.
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