Los productores de cebolla de Tierras Altas trabajan con la nueva tecnología denominada Acolchados, procedente de Guatemala, que les permitirá bajar costos, elevar los rendimientos de la producción por hectárea, disminuir el tiempo de cosecha y obtener un producto más sano.
La finalidad de esta nueva técnica que se implementa por primera vez en el país es la de poder abastecer el consumo del mercado de 45 mil quintales de cebolla al mes.
Además se busca que el Gobierno los respalde con financiamientos que les permita poder seguir adelante con el proyecto que ha llamado la atención de varios productores.
Los agricultores destacan que sembrar con Acolchados significa un incremento en la producción de 500 a 1,000 quintales de cebolla por hectárea.
Asimismo representará un ahorro de $7,000 por hectárea, ya que actualmente los productores se gastan 15 mil dólares para sembrar una hectárea, no obstante, ahora se gastarán $8,000.
El bajo rendimiento por hectárea que registra la producción de cebolla en Tierras Altas ha obligado a productores a buscar alternativas que les permitan hacerles frente a las pérdidas que registran cada año cuando llega la época de lluvia.
En Tierras Altas, los cebolleros producen unos 500 quintales por hectárea en época lluviosa y entre 700 y 800 quintales de cebolla en época seca por método tradicional.
Sin embargo, con la tecnología Acolchados los productores estiman que producirán 1,000 quintales del producto en cualquier época.
Actualmente en el territorio nacional se siembran unas 300 hectáreas de cebolla, de ellas, 275 hectáreas son en Cerro Punta; 25, en Boquete y 30, en las provincias centrales para la época de verano.
En Volcán, Chiriquí, se siembra la primera hectárea de cebolla con el sistema los Acolchados, el cual tiene un costo de 1,000 dólares por hectárea, que incluyen los materiales (plástico) más la mano de obra.
Augusto Jiménez, presidente de la Asociación de la Comunidad Productora de Tierras Altas (ACPTA), explicó que por el momento se van a estar sembrando aproximadamente unas 20 hectáreas en Chiriquí.
Aseguró que esto deja demostrado que los productores no solo protestan, sino que también aportan y apuestan a las nuevas tecnologías en aras de subir los rendimientos de producción de la cebolla.
Esto tomando en cuenta que Panamá desde el 2008 no es autosuficiente en el rubro de la cebolla, ya que se han perdido unas 860 hectáreas de siembras de cebolla a nivel nacional, de las 1,160 que existían.
Sumado a esto, también persiste el problema de las importaciones "desmedidas", ya que hasta en tiempo de cosecha, cuando no se necesita, se sigue importando sin tomar en cuenta los inventarios.
Los productores aseguran que las importaciones han causado un gran daño a la producción agropecuaria y han afectado a diferentes rubros nacionales.
De hecho, cifras de la Autoridad Panameña de Seguridad de Alimentos (Aupsa) reflejan que en lo que va de este año se han importado unos 163 mil 144 quintales de cebolla, en su mayoría provenientes de los Estados Unidos.
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