El nuevo salario mínimo tiene un impacto económico en las empresas y emocional en los trabajadores, afirma la encuesta anual de salario de la consultora PWC Panamá.
Según el estudio denominado Sistema Empresarial de Información (Seis), el aumento promedio del salario mínimo para 2016 de 8.5%, rebasó las proyecciones para posiciones operativas en un 3.1%.
El consultor de recursos humanos, Rodrigo Zapata, indicó que los salarios mínimos no son basados en estudios estadísticos (costo de la vida e inflación), sino en un consenso entre las partes afectadas.
Agregó que del total de la empresas encuestadas, cerca del 20% sostiene la necesidad de aumentar el costo de sus productos y servicios para recompensar el alza del salario mínimo.
Igualmente, destacó que cuando las empresas hacen estructuras de bonificación, lo hacen con base en ganancias, en tanto, el salario mínimo es un gasto, lo que reduce bonos y beneficios a los trabajadores.
No obstante, Rafael Chavarría, dirigente de la Central General de Trabajadores de la República de Panamá (CGTP), dijo que esto es una excusa para justificar la especulación en el mercado.
Reiteró que, pese a la baja en el costo del petróleo, la electricidad y los alimentos a nivel mundial, los empresarios no han retribuido el beneficio a los consumidores.
Igualmente, recordó que Panamá es el segundo país de la región donde ha aumentado la productividad de los trabajadores.
Zapata añadió que el incremento del salario mínimo es un impuesto por ley y no por productividad, lo que tampoco es alentador para aquellos trabajadores con salarios cercanos al mínimo.
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