Frente al aumento de la importación de bienes de consumo de 272 millones 391 mil dólares y la satisfacción expresada por Dulcidio De La Guardia, titular de la cartera de Economía, productores aseguran que el Gobierno vendió al mejor postor la soberanía alimentaria del país y que no sabe hacia dónde va.
"Es vergonzoso escuchar a funcionarios considerar como un gran avance o un trofeo de guerra el sacrificio injusto e ilegal del sector primario", indicó Augusto Jiménez, asesor y vocero de la Asociación de la Comunidad Productora de Tierras Altas (Acpta).
Las declaraciones del dirigente de los productores surge, luego de que De La Guardia señalara que es positivo el aumento de la importación de bienes de consumo, registrado durante el primer trimestre del año, lo que impulsó el comercio.
Este reglón del comercio exterior, que incluye productos no duraderos (alimentos, bebidas, entre otros) y semiduraderos (prendas de vestir, calzados y otros), sumó, en los primeros cuatro meses del año, 1,806 millones 287 mil dólares, sobrepasando los 1,533 millones 896 mil dólares alcanzados en el mismo periodo de 2016.
El valor de los bienes no duraderos importados fue de 549 millones 128 mil dólares, 36 millones más que en 2016.
De igual manera, los productos semiduraderos registran un aumento de 8.2% pasando de 413 millones 581 mil dólares, en 2016, a 447 millones 390 mil dólares en 2017.
Ambos renglones están conformados, tanto por productos agrícolas como industriales, provenientes de distintos países, lo que, según los actores de ambos sectores, satura el mercado nacional, en detrimento de la actividad primaria y secundaria de la economía.
A pesar de esto, pareciera que para el ministro De La Guardia la problemática no tiene gran relevancia. "El aporte de la industria y la agricultura al producto interno bruto (PIB) es pequeño, porque en realidad Panamá exporta servicios que le generan mucho más valor agregado a la economía", dijo el funcionario.
La consideración del funcionario se hace evidente, para los productores, inclusive en el apoyo a través de los créditos que otorga el Banco de Desarrollo Agropecuario, una entidad que, según ellos, no tiene fondos actualmente.
En los primeros cinco meses del año la entidad prestó a los productores 10 millones 724 mil dólares menos que el monto registrado el año pasado en el mismo periodo.
Un total de 23 millones 243 mil dólares sumó el crédito a la agricultura, pesca, ganadería y otros rubros, según la Contraloría General de la República; mientras que los primeros cinco meses de 2016 la cifra fue de 33 millones 967 mil dólares.
El BDA prestó a la agricultura 2 millones 248 mil dólares, a la ganadería 9 millones 778 mil dólares, la pesca obtuvo 146 mil dólares, los tres sectores registraron una baja de 38.6%, 37.1%, 56.9%, respectivamente.
El productor Maximino Díaz manifestó que apostarle únicamente al servicio viéndolo desde un punto de vista económico pudiera tener alguna explicación, pero en el fondo el sector agropecuario aporta socialmente más que otros sectores económicos, porque más de 2 millones de panameños dependen directa e indirectamente de la producción, lo que está comprobado.
Díaz cuestiona qué pasaría si los países a los que Panamá le compra alimentos deciden subir el precio, a cuánto ascendería el costo de la canasta básica de alimentos, tomando en cuenta que "este Gobierno quiere llevar al descalabro al sector productor".
Los productores aseguran que los países desarrollados apoyan a este sector hasta con altos subsidios, pero que ellos no están pidiendo nada, no quieren limosna, solo que se respete la seguridad jurídica.
El economista Augusto García estima que Panamá compra más de $1,000 millones al año en alimentos y el también especialista Juan Jované estima que el 42% de las divisas del Canal se usan para obtener el producto importado.